Te soñé, te pensé...
Te jugue en mis muñecas.
Te anoté entre mis metas.

Te busqué, te nombré. 

Te expulsé de mi cuerpo 
Y te sembraste en mi vida.

Te recibo, te miro, te cultivo. 

Te observo todos los días...

Respirar...
Descubrir tus dedos,
Tus gustos, tus sueños.

Te duermo, te despierto.
Te cargo, te suelto. 
Cada día camino contigo.

Te empujo a corajes y alegrías,
Fracasos y logros.

Te apoyo en tus ideas,
Y te bloqueo algunas otras.

Trato de formarte cual vasija de barro...
Suavizando esquinas, contorneando a gusto.

Mas tu torno tiene estilo propio.

Te doy mis días vividos en herencia
Lo que soy y lo que no.
Aquello a lo que aspiro, 
Y aquello que rechazo.

Te regalo la fe que me dieron; 
mis virtudes, mis fallas;
mis miedos, mis luchas, 
mis logros y pérdidas...

Te admiro en cada salida, en cada llegada;
en cada meta soñada y las que aun no piensas.
Te admiro en cada pincelada; 
en cada obra incompleta o culminada.
Te admiro en tu creatividad,
 
...en tus ganas.

Te amo en tus sonrisas, tus llantos y pataletas.
Te amo en tus saltos al sofá, en tus gritos de euforia!
Te amo en tus caídas, y cuando te levantas.
Te amo en tus silencios y ”paveras”.

Te amo en tu soledad.

Te amo esté tu puerta abierta o cerrada...

y te lanzo a vuelo con miedo, 
con recelo...

pero con esperanza.