Regalos de la Pandemia #2: Un nuevo miembro en la familia
No cabe duda que la vida en este pseudo-encierro es un reto a nuestra capacidad de adaptación. Recuerdo una conversación con mi hermana, al inicio del lock down…ella pensaba que eran 2 semanitas y pa’ fuera, según decía aquella primera orden ejecutiva… y yo le decía…
“No nena! Agárrate bien, que esto va pa’largo…”
Muchos de nosotros podemos buscar en nuestro bulto de destrezas, y encontrar estrategias de manejo temporeras, que nos ayuden a mantener nuestra salud mental. Sin embargo, según van pasando los días, las semanas y los meses… esa mochila se nos ha ido vaciando!
Así fue el caso en nuestro hogar. Pasó marzo, abril, mayo. Sobrevivimos el semestre escolar. El verano nos dió un buen descanso; algunos días de vacaciones lejos del hogar, para luego regresar a empezar de cero…
Comenzó el nuevo año escolar, y con él, una campaña para que adquirieramos un perro. Habían letreros por la casa con los potenciales nombres, itenerarios de tareas del hogar para acumular los puntos necesarios: fregar, limpiar el baño, asignaciones al día… Hasta el chiquito de la casa “metiendo mano”. No era la primera vez en 17 años de criar, que nuestros hijos comenzaban con esta cantaleta.
Nunca fuimos “pet lovers”, así que nuestra posición, siempre muy firme, era un rotundo NO.
- Eso es muy complicado
- Ya somos 5
- ¿Qué pasa cuándo nos vamos de viaje?
- Hay que cuidarlos, bañarlos y se enferman
- ¡Eso cuesta! $$$
- Rompen las cosas
- Tu hermana es asmática
- Sueltan mucho pelo
- “Se cagan” por todas partes
- ¡Apestan!
- Le brincan encima a la visita…
- Cuando yo era chiquita teníamos 3 perros en mi casa y….&%#$
En fin… la lista era larguísima… y ellos lo sabían. Pero tenían también una campaña bien planificada. Asi que TODA mi lista de razones-excusas se me desplomó cuando nuestro hijo mayor me dijo una noche:
“Mamá estamos en pandemia… y esto es una mierda!”
Con este gran knock-out desmoronó todo mi cúmulo de razones, obligándome a un análisis más profundo.
Siendo profesional de la salud, conozco los beneficios de las mascotas. Según el NIH (National Institutes for Health), se ha demostrado que la interacción con animales disminuye el estrés y la presión arterial, además de que pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo. (https://salud.nih.gov/articulo/el-poder-de-las-mascotas/)
Sin mucho detalle de la historia, el resultado es que rompimos con nuestro prejuicio y adoptamos una perrita, así que ahora somos 6…
La nombraron Pepa.
Ella calma nuestras ansiedades en el encierro. Es una dosis refrescante de energía y alegría que nos renueva. Muy lejos de apestar, ella borra nuestros “apestamientos”.
Definitivamente es un regalo de la pandemia, porque de ninguna otra manera me habría dado la oportunidad.
Algunos tips si piensas como pensaba yo y estas considerando adquirir una mascota durante la pandemia.
- Observa el comportamiento de todos los miembros de tu familia.
- Mantente alerta a cambios en su estado de ánimo.
- No todos verbalizamos nuestros sentimientos y afecto, así que PREGUNTA Y ESCUCHA.
- Pregúntales qué han hecho, qué los frustra, qué los alegra.
- Escucha con amor sus frustraciones, preocupaciones, y necesidades.
- Hazte las mismas preguntas y asegúrate que puedes contestarlas honestamente.
- No te enamores a ciegas; contempla la realidad a largo plazo.
- Dialoga con todos los miembros de la familia.
- Evalúa tu presupuesto.
- Evalúa tu tolerancia a algunas pérdidas: muebles, zapatos, piso, etc.
- Puede sonar negativo pero siempre pregúntate: ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Puedes bregar con eso?
- De igual manera; ¿qué sería lo MEJOR?
Si te decides:
- Considera adoptar antes que comprar. Existe la oportunidad de hogar sustituto (Foster Care) y así puedes evaluar el impacto en tu familia y vida diaria antes de comprometerte.
- Si es un perrito, te sugiero un adulto.
- Busca informacion sobre tu mascota de interés.
- Pon las reglas claras desde el principio para que todos en la casa hablen el mismo idioma:
- Mascota adentro o afuera, en el cuarto…
- Mascota en los muebles… en cuál mueble!
- Discute con tus hijos y pareja las atenciones que necesita esa mascota
- Define roles y responsabilidades de cada uno. Establece las expectativas.
- Comparte en familia como esto es un regalo!
La QUESTion que comparto hoy es:
¿Qué cambio permanente puedes hacer para refrescar tu pandemia? En mi caso fue una perrita, tal vez para ti, la pandemia te regale un nuevo gusto o afición. ¿Te atreves?