Regalos de la pandemia
El 10 de marzo de este año 2020, me ausente de mi trabajo por una cita médica con mi hija. Ya se sentía el temor y el secreteo en las oficinas médicas a causa de los primeros casos de COVID-19 en la isla. Sin embargo, me tomo por sorpresa cuando, al presentarme la mañana siguiente a mi trabajo, me notificaron que estaría a cargo, junto a otros compañeros, de implementar protocolos de acceso y cernimiento de COVID-19 a la entrada de la institución hospitalaria en la cual trabajo hace 17 años.
Muy lejos del miedo, mis sentimientos fueron de una inmensa responsabilidad, orgullo y agradecimiento por el reto.
Fue así como días mas tarde, y con mi nueva asignación especial, salí de casa con el pecho infla’o, y mi nueva membresía a “los AVENGERS”…
Fueron días extenuantes, física y emocionalmente. Pude observar cómo las situaciones de caos y crisis pueden sacar lo mejor y también lo peor de cada uno. Desde muy temprano sabía que esto era para largo y, desde muy temprano, decidí que haría todo lo posible por vivir esta nueva realidad con una actitud positiva.
Decidí que lo viviría dando lo mejor de mí, reconociendo que no siempre lo mejor que logro dar, es lo que otros esperan.
Así me he sostenido en estos meses; entre altas y bajas; entre supermax online y Amazon; entre el encierro en la casa y el escondernos detrás de matojos para llegar a una playa; entre el homeschooling y el torbellino de trabajo, que no deja mucho tiempo para experimentar el miedo…
Como familia, hemos mantenido una amplia comunicación con nuestros hijos, buscando siempre el optimismo. Esta generación de jovenes ha vivido a temprana edad una diversidad de situaciones sociales y catastróficas, que los engrandece ante la adversidad…mucho mas allá de las simples “pelá’s” de rodillas que me di.
Me sorprende observar cómo nuestros hijos, de 16, 13 y 8 años, se adaptan cada día, buscando y alcanzando la felicidad en el agradecimiento…
…un aparente conformismo, que en lo más profundo, denota madurez.
Por encima de todo, anhelamos el agradecimiento, antes que la frustración.
Por eso, decido dar gracias, por todo aquello que no hubiera logrado, tenido, o experimentado, de no ser por esta pandemia. Compartiré en las próximas reflexiones algunas de estos bendiciones que he recibido y que llamaré Regalos de la Pandemia. Pero antes de contar lo mío…
La QUESTion de hoy es:
¿Qué has ganado, alcanzado, vivido, logrado, durante estos pasados siete meses por lo cuál estas agradecido@?