A dos años de carrera
A principios de febrero del 2021 pisé por primera vez la pista del parque Sixto Escobar en el viejo San Juan. Recuerdo que llevaba una camisa violeta y un “que carajo yo hago aquí” en la mente…La primera tarea no era fácil: “vete corre 30 segundos; camina 2 minutos…” No se por cuanto tiempo lo hice, pero así comencé esta carrera por mi salud…
Acababa de cumplir 46 años, con todo lo que eso significa para el género femenino…Mi trabajo me estaba drenando, al punto que había intentado moverme varias veces, sin tener éxito. A un año de pandemia me sentía viviendo como un personaje de Wall-e viajando en el Axiom…
Tenía 20 libras más que hoy, un “frozen shoulder”, y unas ganas nulas de ejercitarme… Me fatigaba apenas subiendo un piso de escaleras.
Pero por encima de todo, tenía sencillamente un diagnóstico de “apestamiento” generalizado que ya estaba impactando mi bienestar.
Jamás en mi vida había hecho deportes. Tomé clases de baile durante cinco o seis años cuando era niña pero me cansaba fácilmente. La verdad tampoco era muy coordinada. Comencé a correr porque pensaba que mejoraría mi resistencia.
Así pasaron varias semanas ejercitándome 2 días a la semana. Cuando llegaba el sábado, todos los del grupo madrugaban, y yo decía: “No, yo no. Lo mío es por salud”. ¡Solo bastó una primera levantada a las 4 de la mañana para moldearme…
Sola, frente a mi casa, montándome en mi guagua. Por mí y para mí… y ya no hubo vuelta atrás! Dos años mas tarde sigo corriendo. Ahora hasta viajo para correr.
Mi realidad es que no me gusta correr, pero amo lo que le ha traído a mi vida! ¡Amo LA GENTE! Amo ese empoderamiento al tomar mis desiciones; ese “rush” de poder controlar mi cuerpo y mi mente. Amo el dedicarme tiempo para mí, el trabajar para mi salud mental, espiritual y física. Amo mi proceso…
Aprendí que no hay nada que me defina, si no le doy ese permiso! Por supuesto, también aprendí a sacarme un “selfie” en cada oportunidad, a gritar en las llegadas, a tomar mimosas en un desayuno acabando de correr y en buena compañía…a ser mas espontánea, a disfrutar y adueñarme del momento.
He ganado y crecido tanto en estos 2 años y por eso doy gracias…
Gracias por el camino recorrido…
Gracias a ti que me lees, que me preguntas, que me motivas.
Y gracias a TI que me guiaste hasta aquí!😉
Comencé a escribir esto hace unos días... Hoy lo termino a la sombra de las miles de muertes en Turquía. En mi profundidad pienso que la existencia humana es tan solo un suspiro de Dios en su inmensa e infinita creación. Que somos materia trascendente, criaturas, que como otras, se extinguirán o evolucionaran... hacia otras posibilidades tan desconocidas ante nuestra limitada sabiduría. Mas esto, no hace tambalear mi fe en lo divino. Me reta a valorar mi corta existencia para vivirla mejor... en conciencia y en plena libertad. VIVIR...VIVIR...VIVIR...