Me escapo de mi cuerpo para observar mi mundo, mi entorno; mi nueva rutina que no es tan rutinaria.

Me salgo de mi espacio para observar, de mas afuera, lo que está más adentro…

Y todo lo que veo me maravilla. Todo me es tan nuevo y, a la vez, tan conocido.

Los mismos miedos, las mismas alegrías. Son los mismos retos, la misma cruz, la misma lucha, la misma remontada…

la historia repetida; la propia condición humana…. aquella bofetada al recordar que soy creatura…

y alla arriba, desde el lugar en donde observo; alla arriba, como Peter Parker desde su rascacielos…

–¡Que sentimientos; se me infla el pecho!–

Nos veo a todos haciendo aquello nuevo, que es lo mismo de siempre, y que nos hace gente…

Un orgullo viejo que llega sorpresivo, para que dé gracias por esta nueva cosa que vivimos.

¡Que gran espectáculo ser testigo de la capacidad humana! …de NUESTRA voluntad individual y comunitaria; de cómo nos adaptamos…

desde el chiquito hasta el viejo; aquel que deambula y también el maestro…

y desde allá arriba, con mi disfraz de Spiderman me disfruto sonreída, y descanso de las dudas; de mis preguntas; mis listas.

Y desde allí doy gracias por vivir y crecer en este día…